Gabilondo matizó que la oferta de gratuidad de 0 a 18 años no significa, en ningún caso, que todos los alumnos deban estar en las aulas, sino en la formación profesional (FP), una asignatura pendiente de España, donde un 32% de los jóvenes dejan de estudiar después de la educación obligatoria, el 25% de ellos sin el título más básico, el de la ESO.
El ministro se felicitó porque este año hay 25.000 personas más que el año pasado en FP, pero alertó de entre el 30% de jóvenes desempleados hay 420.000 que «no tienen posibilidades de insertarse en el mercado laboral» por carecer de formación para un empleo cualificado.