La parte general y obligatoria constará de un comentario de texto relacionado con el contenido de Lengua Castellana y Literatura, un idioma extranjero, Historia de España o Historia de la Filosofía, y una modalidad de 2º de Bachillerato (estas dos últimas pruebas a elegir por el alumno). Por su parte, en la prueba específica, el estudiante se podrá examinar de cualquiera de las materias de 2º Bachillerato aunque el estudiante no las haya cursado.
Con esta nueva prueba y las novedades que introduce se pretende valorar la madurez académica del alumno y su capacidad para cursar estudios universitarios. Los estudiantes tienen a su favor una mayor libertad de elección, pero deberán informarse muy bien de todo el proceso antes de realizar la elección de materias, pues de ello depende que puedan acceder a los estudios deseados.
Con sólo superar la prueba general se permitirá la entrada del alumno a la universidad pública y privada. La nota final se obtiene calculando la media entre la calificación media de Bachillerato (ponderada en un 60%) y la nota media de esta fase general (40%). Sin embargo, habrá estudios universitarios cuya demanda sea superior al de las plazas ofertadas, por lo que se establecerá un proceso de selección de alumnos, lo que antiguamente se llamaba «nota de corte» y que ahora pasa a denominarse «concurrencia competitiva».